jueves, 11 de julio de 2013



Vi una cruz a orilla 
de un rio. 
pregunte extrañado a mi amigo,
quien como cosa alguna
hubiera sucedido
respondió afligido.

- Aquí murió un suspiro, que una bella muchacha
arrebato a su prometido.
El epitafio al pie ennegrecido
rezaba:
“a un sentimiento que el
azar en dos a partido”
suertes de los amores ensombrecidos
que al final les espera
un buitre entrometido.
Los recuerdos son como
El humo enfurecido,
A veces tiñen de sobras las paredes
Y otras se deshacen esparcidos.
Y un pensamiento como
Fallecido
Se me clava en ojos y oídos
…”el viento nunca me ha mentido”

Alejandro J. Vivas R.

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