Carta para mi Alondra
Cuanto es dichoso pensar en ti, tantas cosas que tengo por
decirte. Quiero regalarte una canción con los pajaritos que sobre tu tierna
cabeza vuelan, mi cariño con el perfume de las flores, decirte que tan
importante eres para mí con las carcajadas inocentes y festivas de los niños, con
la risa de los ancianos que a veces siendo olvidados tienen su momento de más
pura felicidad, todo mi cariño con los tibios rayos del sol, oye el viento en
el viajan mis suspiros. Por las noches mira las estrellas, mi corazón titila
con ellas y la luna será la sonrisa que guardo para ti cuando hayas de sonreír.
Toda la creación está hecha para servir al amor. Y el amor siendo poderoso
puede llevar mis mensajes para ti con la
naturaleza.
¡Que días tan benditos y resplandecientes! Hasta las horas han
sido mis cómplices… Se ponen todas de acuerdo para detenerse cuando contigo
sueño!. Un dia pude descubrir el rostro de los ángeles. Fue aquel dia que me
cantaste, que cerca estuvo el cielo. Hasta los mismos santos y los ángeles se
detuvieron para escucharte y se enternecieron. Como das vida a lo que rodea,
toda la naturaleza parece danzar cuando te ve pasar! Que gozo el de las flores!,
el de las golondrinas que enamoradas se cantan cuando cerca de ellas pasas!. Recuerdo
aquella foto en la que sonríes, que hermoso saludo de tu corazón que se dibujó
en tu rostro!. Este mes conocido por su colorido será aún más vistoso en sus
colores pues te veo en todos ellos!.
El amor no debe
entrar por los ojos, pues si se ama al cuerpo, a la figura, el tiempo y la
muerte arrebata ese falso amor. Es bendecido todo aquel que ama el alma y los
que se aman por el alma, pues jamás conocerán la muerte ni el tiempo los corromperá.
Las locas pasiones del ser humano no deben sublevarnos, el amor debe ser el
amor de niños, el que nos hace reír, nos refresque el espíritu, nos haga bailar
y ser felices, el amor de un querubín! Ese amor que es puro, libre de mentiras,
de odios y locuras mal sanas, algo olvidado hoy dia, es el que cubre la eternidad,
se hace inmenso, se convierte en leyenda y se hace la historia. El sol ama a la
tierra. Si no hubiese amor y a quien amar, el sol se apagaría.
Si en este momento mi querida alondra te estas preguntando
porque te quiero tanto… te puedo responder: el amor es fuerte y se contagia
como la risa, se eleva y habita en el azul del cielo y en las constelaciones, el corazón
abre como una roja flor y todo lo que el corazón ama es aquello que los ojos no
pueden ver, que es tu alma. Algún día espero poder darte un abrazo tan largo
que pueda abarcar el infinito de tu ser y sentir entre mis brazos tu alma pura.
Alejandro j. Vivas R.