jueves, 7 de junio de 2012



Realidad


De madrugada salgo a navegar.
Cuando la hora mágica rompe todo libertad,
En mi bote, hasta que alcanzo mar adentro
Tu rostro blanco  de tibios ojos azules,
Tan azules como el color con el que los dioses
Pintaron el mar en un día para ellos estival.
Maravillado lo observo reflejado el agua.
Del norte llegan fragancias
Que jamás ser humano alguno podrá disfrutar,
Encaro el viento norteño
Y con el rostro risueño
Abro todos mis sentidos, extasiado
Por cada una de las inimaginables fragancias,
Hasta que un inmenso resplandor reluce
En horizonte casi segador
Haciéndome caer de bruces, perdiendo todos mis sentidos.
Mientras millones de almas gritan al unísono
Y se retuercen bajo el mar.
Al despertar,
Lo hago en mi bote
Sobre limo azul metálico
en informe circulo, que parece el dibujo
de un ser perturbado al observar por mucho tiempo
un indescifrable horror.
Abandono a salto mi bote hundiéndome hasta las rodillas
En este extraño limo, que da la impresión
De ser los restos olvidados de un mar
Evaporado por la febril ira de los dioses.
Miro en derredor y solo veo desolación.
La frescura me invade de nuevo
Y barro el lugar con mi mirada hasta el cielo
Donde te veo de nuevo como un sol radiante
Donde tu sonrisa es la protagonista.
Con la mayor de las dulzuras te miro
Y una inmensa felicidad nunca experimentada
Se adueña de mí.
De nuevo aquel resplandor arremete
y despierto en mi habitación bañada por el sol.
Poco a poco comienzo a entender
Que la verdadera pesadilla comienza al despertar
Sabiendo que tal vez no eres real
Que no existas
O que solo seas el recuerdo de la grandeza
En una vida pasada y condenada al olvido.


Autor: Alejandro vivas  (alx vivas)

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